Llega un momento en el que los niños dejan de serlo, pero aún no son adultos, ni tampoco adolescentes…es una etapa rara en la que para unas cosas parecen mayores pero para otras siguen siendo tan inocentes… En estos casos cuando tenemos que regalar algo llega el eterno dilema, ¿qué compro?. Las cosas de niños parecen demasiado infantiles, otras son demasiado serias y algo tan bonito como regalar se convierte en un suplicio. Esto es un poco lo que le pasó a Carmen con su sobrina Sandra. A su tía le encanta preparar fiestas maravillosas y buscar regalos que nadie se espere para sorprender y crear así un momento mágico de felicidad. Este año Sandra anda en esa edad de la que os hablaba antes y por eso mi querida amiga Carmen me encargó este diario que hoy os enseño y que pensó que le encantaría a su sobrina, y así fue…
He utilizado de nuevo el formato cajita porque queda muy chuli y porque al ser un diario, siempre queremos un poco de privacidad de nuestras cosas. La colección fantasía de Anita y su mundo es tan dulce y encantadora que no puedo dejar de usarla en este tipo de trabajos. En el interior he añadido un espacio para poder poner algunas fotos en cascada y bolsillos en los que guardar increíbles secretos jajaja.
Me encanta crear álbumes y cuadernos, pero los diarios siempre han sido una de mis pasiones. El primero que tuve yo fue un regalo por mi Primera Comunión y a partir de ese momento siempre he utilizado uno, a veces comprados y a veces hechos por mi. Libera mucho escribir un diario, tanto la cabeza como el corazón lo agradecen cuando lo necesitas.
Espero que os guste y sí os apetece comentar estaré encantada de leeros